El momento de auge para las catas de vino

Vivimos unos momentos bastantes delicados en cuanto a la economía se refiere, pero si nos paramos a pensar, nos damos cuenta de que gracias a ello estamos dando la importancia que merece a varios productos de nuestra zona, como es en este caso el vino.

La gente se ha dado cuenta del extraordinario valor y de la calidad de los vinos, promovidos por un interés nacido dentro de cada uno de nosotros, queremos saber más sobre los matices de los distintos tipos de vino para saber diferenciar un vino tempranillo, de un reserva o de un crianza… Cómo utilizar los sentidos a la hora de realizar una cata correcta… y por eso son cada vez más las personas que se animan a realizar catas organizadas en restaurantes, ferias o en las propias bodegas.

Las catas de vino consisten en la degustación de varios tipos de vino generalmente en lugares aireados, bien iluminados, con ausencia de olores y una temperatura media. Además las copa a usar por los catadores deben de ser incoloras y totalmente transparentes para así poder apreciar correctamente los distintos matices de cada vino.

Estas catas pueden realizarse de tres formas básicamente.

– Una cata vertical, consiste en probar el mismo vino y de la misma bodega pero de diferentes añadas. Por ejemplo la cosecha de 2001, 2002 y 2003.
– Una cata horizontal, en este caso las catas son con vinos de la misma añada y con idéntica denominación de origen.
– La cata a ciegas, consiste en la cata de vinos sin ningún tipo de información sobre ellos, dicha información se debe de tratar de descubrir, ya que las botellas están sin etiquetar.